En Bioneuroemoción®, sacamos las emociones más ocultas y les damos la oportunidad de expresarse y liberarse.
Cuando el inconsciente individual, que está programado por el inconsciente familiar está vacío, hay que llenarlo, no sabemos cómo hacerlo y por eso la rellenamos con vacíos de los ancestros. Las sombras en las memorias están creadas por los silencios de la familia. Estas sombras crean vacíos que el inconsciente obliga a llenar.
En el caso de las mujeres conllevaría memorias de dolor y sufrimiento, memorias de abusos y violaciones.
En el caso de los hombres conlleva muchas memorias de dolor profundo en sus corazones por el mero hecho de ser educados en la no expresividad de sus sentimientos.
Cuando somos niños vivimos el inconsciente de nuestra madre hasta los 3 años, incorporando programas y vivencias que pueden determinar conductas que condicionen nuestra vida.
Desde el observatorio de mi conciencia he visto el deambular de Alquimistas de las Emociones paseándose entre la gente de forma inadvertida; he tenido el placer o el desencuentro de conocer grandes Egos henchidos de orgullo que discutían sobre las muchas o las pocas humildades ajenas, me he codeado con maestros Violentos Pasivos saboreando sus exquisitas maniobras; de todas estas ejemplaridades aprendí y a veces me identifiqué con estas curiosas personalidades.En la espera de conocer a otros avatares, últimamente me he dado cuenta de la atracción que ejerzo sobre las Sombras, de alguna forma las veo asomarse en los ojos de mis interlocutores, en gestos delatores o frases inconscientes, y poco a poco, las puedo entrevistar, sombras tortuosas y torturadas, algunas sin posibilidad de cambio, otras tan reprimidas que en cualquier momento harán reventar a su huésped como buenos parásitos que son. Todas con una gran historia.
Forjadas en el miedo y el sufrimiento, a veces en primeras experiencias devastadoras, han ido creciendo gracias a las emociones que escondían, reprimían o no se permitían las conciencias de las que formaban parte.Hablar con la sombra es lo más parecido a hablar con un ángel caído.