No pudiste hacer las cosas de otra forma de cómo las hiciste; podrías haber conseguido un resultado que te beneficiara, sin embargo, el resultado te perjudicó a ti o a otros.
Da igual que pienses que si hubieras hecho o dicho las cosas de otra forma los resultados habrían sido otros, porque si fuera tu destino el haberlo hecho de otra manera, sin duda, lo habrías llevado a cabo.
Hubieras necesitado recursos, sabiduría, valores, respuestas, cosas que en aquel momento no disponías.
Tienes derecho a equivocarte. A responsabilizarte del resultado, a aprender de la experiencia, y sobre todo a perdonarte.